Este software de edición de vídeo, el sucesor de Windows Movie Maker, no es nuevo, aunque se ha enriquecido un poco. Movie Maker puede importar material de una videocámara, cámara o webcam, pero también la mayoría de los archivos de vídeo descargados o recuperados de terceros, gracias a la compatibilidad de Windows 7 con los formatos más populares.
Al igual que la Galería fotográfica, ofrece una serie de herramientas fáciles de usar para crear películas, algunas de las cuales son totalmente automáticas, incluyendo el ajuste de la duración de un vídeo a la de una pieza musical, sin intervención manual, y una función de edición totalmente automática basada en varias plantillas preprogramadas.
Si prefieres personalizar tu vídeo, tienes una serie de transiciones, filtros y efectos visuales listos para usar, un editor de texto para bancos de títulos, subtítulos y créditos, y un rudimentario gestor de pistas de audio. El resultado final puede ser fácilmente grabado en DVD, guardado en un archivo (incluyendo HD, formato Windows Media Video), exportado a un reproductor de música personal, enviado por correo electrónico o compartido en SkyDrive o vía Messenger.
Por último, cabe señalar que desde finales del año pasado, la interfaz WLMM incluye la cinta Office 2007/2010. Esto proporciona un fácil acceso a las diversas funciones del software. Pero este avance ergonómico va en detrimento de la riqueza funcional: el banco de edición en la parte inferior de la ventana de Windows Movie Maker, la versión anterior del software, que se encuentra en todos los demás software de edición de vídeo, ha desaparecido. Permite ajustar con precisión la colocación de secuencias de vídeo, pistas de audio, transiciones y efectos.