El navegador publicado por Google mordisquea constantemente las cuotas de mercado, tanto en Firefox como en el pasado omnipotente Internet Explorer. Y aunque las cifras varían obviamente según las empresas de diseño y las zonas geográficas, Chromereste es, en cualquier caso, el navegante cuyo progreso ha sido el más rápido. Según AT Internet, que observa el tráfico del sitio web, el pasado mes de diciembre realizó una media del 18,2% de las visitas a Europa, ¡casi 8 puntos más en un año!
Es el tercer navegante más grande de Francia, el segundo más grande de España y Portugal. El StatCounter Institute sitúa a Chrome en segundo lugar en el mundo (28,4%), por delante de Firefox (24,7%). En Francia, sin embargo, sigue estando detrás del navegador de Mozilla, pero las curvas pronto se cruzarán… Interfaz elegante sin barra de menú, barra de direcciones ultra potente, numerosas extensiones, actualizaciones frecuentes, ligereza y ultrarrápido: es con todas estas ventajas que Chrome seduce casi inmediatamente a todos los que lo prueban…. y lo adoptan!
Chrome es también un soporte avanzado para los últimos estándares y protocolos de la red, y excelentes ideas tecnológicas. Así, desde esta separación de ventanas y pestañas en tantos procesos diferentes e independientes en RAM, para una mayor estabilidad del conjunto; o plugins que se ejecutan de forma aislada y que pueden colapsar sin que el navegador se estropee.
Un recolector de datos personales
Sin embargo, no todo es de color de rosa en Cromo, y hay que conocer sus límites. Por lo tanto, en uso, hay cierta inestabilidad cuando se utiliza junto con el plug-in de Flash. Y, sobre todo, es un poco demasiado hablador en relación con los datos personales del usuario: para aprovecharlos al máximo, es necesario aceptar que muchos datos de navegación se envíen a Google, que los utilizará para comprender mejor los hábitos de navegación de sus usuarios. Este es el caso de la barra de direcciones: todo lo que se escribe se envía a Google para su análisis y propuesta de resultados, desde las primeras letras.
El cromo puede ser visto como un gigantesco recolector de datos personales. Añadamos que Google aprovecha su posición para añadir a sus servicios (Gmail, Gdocs, etc.) funciones que sólo funcionan con su navegador. Critica que la Fundación Mozilla no deja de transmitir, argumentando que su Firefox está desarrollado pensando en el usuario y no en un editor. Nada muy peligroso, al final, pero hay que tenerlo en cuenta. Dicho esto, ¡Cromo es sólo felicidad!
Un cromo con múltiples sabores
♦ La versión básica es la más común y estable, es la que se descarga por defecto en google.fr/chrome. Recomendamos Chrome porque es el más probado y mejor mantenido por Google. Se actualiza cada seis semanas. La versión actual es la 17.
♦ La versión beta es un avance de lo que será la próxima versión estable. También se actualiza cada seis semanas. Su versión actual es la 18.
♦ La versión Dev se actualiza semanalmente. Previsualiza las características en las que están trabajando los programadores de Google. Es el Cromo de las funciones curiosas, listas para usar, aún no terminadas ni traducidas. Su versión es la 19.
♦ La versión canaria es la menos estable de todas, se actualiza diariamente. A diferencia de las versiones beta y Dev, es una versión funcional «tal cual», que puede fallar completamente dependiendo del día. Reservar para los más aventureros.
♦ El cromo es menos conocido. Es una versión gratuita de Chrome, con código fuente abierto a todos los programadores y que sirve de base para el navegador de Google. Su interés: se ve privado de ciertas funciones de seguimiento de usuarios por parte del gigante web.
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